Stella E. Genovese y las “Constructoras de Obra”. Una lucha por la igualdad de género en la historia de la arquitectura argentina (1930-1960)



Universidad de Buenos Aires
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”
Centro de Arqueología Urbana

Resumen

Stella E. Genovese fue arquitecta, pintora, dibujante, decoradora de interiores, ensayista, la primera historiadora de la arquitectura en Argentina y, fundamentalmente, promotora de la participación de la mujer en obra, principal justificación impuesta en la época sobre las limitaciones de la mujer en la arquitectura. Obtuvo numerosos premios y expuso sus obras en distintos eventos referidos a la arquitectura, el urbanismo y la decoración. Formó parte de la comisión directiva de la Sociedad Central de Arquitectos, impartió cursos, publicó trabajos y, sin embargo, pasó desapercibida por la historiografía de la arquitectura argentina. No se la menciona en ningún artículo, libro ni trabajo alguno, como si no hubiera existido. Se plantea como hipótesis que esto se debe a que ella, como así también las participaciones de otras mujeres hasta bien entrada la segunda mitad de siglo XX, quedó opacada por la figura de Filandia Pizzul, primera arquitecta egresada en la UBA, que la historia convirtió en “excepción positiva”. El siguiente trabajo parte de un relevamiento de distintas fuentes primarias inéditas para aportar a la biografía de Stella E. Genovese, sus obras y quehacer como arquitecta entre 1931 y la década del sesenta.

Palabras clave
Stella E. Genovese, Arquitectas argentinas, Historia de la arquitectura, Género, Constructoras de Obra

Recibido
3 de mayo de 2019
Aceptado
20 de setiembre de 2019

Presentación

Este trabajo surgió a partir del hallazgo del libro Buenos Aires Colonial. La Iglesia de San Ignacio. Llamó nuestra atención que para 1946, fecha de su publicación, la autora fuera mujer, tratándose incluso de uno de los primeros trabajos monográficos sobre la iglesia más antigua y estudiada de Buenos Aires. ¿Se trataba de la primera mujer en publicar un libro de historia de la arquitectura en Argentina?, ¿quién era la arquitecta Stella Genovese, autora del libro?, ¿había escrito otros trabajos?, ¿ejerció como profesional arquitecta? Surgían muchos interrogantes a los que no encontrábamos respuesta. Ninguno de los historiadores y especialistas que consultamos la conocía ni la había escuchado nombrar; conocían el libro sobre San Ignacio pero no habían reparado en su autora. Este fue el disparador para buscar datos sobre su persona, trabajos u otras publicaciones. Fue una sorpresa encontrar que aunque pasó totalmente desapercibida por la historiografía de la arquitectura argentina, había todo un universo detrás totalmente inexplorado y del que empezaron a aparecer cantidad de fuentes para armar el rompecabezas.

Uno de los primeros problemas al que nos enfrentamos fue la llamativa variabilidad con que encontramos registrado el nombre de Stella Elba Genovese (en adelante, SG). Si bien asumíamos que podía tratarse de errores de escritura o sustituciones de apellido por distintos cónyuges, llegamos a dudar si siempre se trataba de la misma persona: Stella Genovese-Oeyen (1946), Stella Genovesse (Revista de Arquitectura, 1931), Stella E. Genovese de Baldini Garay (Revista de Arquitectura, 1939a) y Estela Genovese (Di Bello, 1997). Eran curiosas las coincidencias, teniendo en cuenta que no eran muchas las arquitectas hacia la primera mitad de siglo XX y, finalmente, terminó confirmándose que se trataba de la misma persona.

En el presente trabajo se relevaron distintas fuentes inéditas para aportar a la biografía de SG, sus obras y quehacer como arquitecta entre 1931 y la década del sesenta. Se intentará analizar desde una perspectiva de género, por qué su figura pasó desapercibida en la historia de la arquitectura argentina, cuando su actuación profesional fue muy destacada.

El rol de la mujer en la historiografía de la arquitectura sigue el modelo de la “excepción positiva” y solo dos nombres llenan las primeras tres décadas de actuación profesional, cuando hubo más de cien mujeres egresadas en esos años. Filandia Pizzul por ser la primera mujer egresada, en 1929, figura muy polémica por ser también la primera aviadora (Di Bello, 1997; Gutiérrez, 1994), e Ítala Fulvia Villa, egresada un año antes que SG reconocida por el hecho de haber trabajado con Le Corbusier. No es intención de este trabajo resolver un tema tan complejo como la historia de las mujeres en la vida universitaria y cómo fue su lucha y devenir en el campo de la arquitectura, tema del cual ya hay varios antecedentes locales (Daldi, 2018a y 2018b; Moisset, 2017 y 2013; Cirvini, 2015; Di Bello, 1997 y 1996) y proyectos en curso. Muchos de estos trabajos de aparición reciente comenzaron a ampliar la mirada sobre el tema y buscar distintos medios para recomponer lo fragmentario de nuestra historia.

Stella Elba Genovese: aportes para una biografía

Stella Elba Genovese, nació el 6 de noviembre de 1909 en la ciudad de Buenos Aires. Fue la séptima egresada de la Escuela de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires, única institución que impartía la carrera en Argentina, obteniendo el título de arquitecta el 7 de julio de 1936. Además de ejercer como arquitecta fue pintora, dibujante, decoradora de interiores, ensayista, primera historiadora de la arquitectura en Argentina [1] y, fundamentalmente, promotora de la participación de la mujer en obra, principal argumento esgrimido en la época sobre las limitaciones de la mujer en la arquitectura. En 1943 creó un curso de construcciones específicamente para mujeres, arquitectas o no, orientado al trabajo en obra y al desarrollo de todas las actividades competentes al quehacer del arquitecto.

Durante sus primeros años de profesión trabajó con el arquitecto Carlos Baldini Garay (en adelante, CBG) [2], de quien fuera pareja al menos desde 1933 hasta el fallecimiento de él, en 1939. Juntos conformaron un estudio y participaron de varios concursos, resultando premiados en varias oportunidades. Entre sus obras, se cuenta el Palacio Municipal de Concordia en Entre Ríos, Argentina. La prematura muerte de CBG debió haber tenido un gran impacto en ella, ya que pasaron varios años hasta que volviera a presentarse a un concurso de arquitectura.

Sobre su familia no disponemos de mayores datos, sabemos que tuvo un hermano –Adalberto Genovese– también arquitecto e interesado por la historia, autor del libro Historia de la Arquitectura (compendio) aparecido en 1946. En febrero de 1945 se casó con León José Oeyen con quien no tuvo hijos.

En 1946 publicó Buenos Aires Colonial. La Iglesia de San Ignacio (Figura 1), uno de los primeros trabajos monográficos sobre la iglesia más antigua de Buenos Aires y de la que más se ha escrito posteriormente. Consiste en un relevamiento gráfico detallado que se ocupa tanto de lo general como lo particular de la iglesia [3], y es allí donde hace su principal aporte, ya que se trata de un trabajo de primera fuente. El estudio había sido primero publicado por partes en una revista mensual –Cursos–, entre marzo y junio de 1944, que era editada por la Editorial Hobby. Aunque Buschiazzo lo incluyó en su Bibliografía de Arte Colonial (1947), libro pionero y fundamental en la materia, el trabajo de SG paso prácticamente desapercibido en la historiografía de la arquitectura colonial argentina. En la biblioteca personal del historiador, hoy en el Instituto de Arte Americano, se conserva un ejemplar con dedicatoria manuscrita de la autora (Figura 1), y cita tanto el libro (p. 18) como los artículos de la revista Cursos (pp. 27-28). Pero, la mayoría de los trabajos posteriores al libro de SG (Buschiazzo, 1966a y 1966b; Pagano, 1947), inclusive algunos del mismo Buschiazzo, no lo citan ni hacen referencia a su existencia. Si se trata de una omisión intencional o casual no lo sabemos, pero al menos es llamativa.

Figura 1
Tapa del libro sobre la iglesia San Ignacio (Genovese-Oeyen, 1946) y dedicatoria manuscrita de la autora al Arq. Mario Buschiazzo.
Fuente: biblioteca del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”.

Otro dato curioso del libro sobre San Ignacio, es la dedicatoria que figura impresa en la anteportada: “A la memoria del Arquitecto Carlos Baldini Garay, distinguido profesional y querido amigo”, quien, como mencionamos antes, había sido su pareja. Quizás se refiere solamente como amigo porque desde 1945 estaba casada con Oeyen. Lo que nos llamó la atención fue que uno de los dos ejemplares del libro que se conservan en la biblioteca del IAA, contiene un sello a tinta en la esquina superior derecha de la hoja de cortesía que dice: “Donación Arquitecto Carlos Baldini Garay”. Esto muestra un interés especial de la autora en vincular nuevamente el libro con su primera pareja, muerta siete años antes de la impresión.

Fue también socia de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) desde 1933, institución con la que mantuvo una estrecha y polémica relación que analizaremos en detalle más adelante, ocupando incluso distintos cargos en la comisión directiva. SG estuvo en ejercicio o activa en su profesión de arquitecta al menos hasta 1966.

Obras, proyectos y publicaciones

La producción profesional y artística de SG es muy vasta como ya dijimos, encontramos su autoría o participación en un gran número de obras, proyectos y publicaciones; sin embargo creemos que debe haber sido mucho mayor ya que prácticamente no disponemos de datos posteriores a 1950. Para el presente trabajo se relevaron distintas fuentes y repositorios [4], pero fundamentalmente se trabajó con el archivo documental de la SCA. Ya desde los primeros años de su quehacer como arquitecta, y aun como estudiante, registramos su participación en varios concursos de anteproyecto, recibiendo premios y distinciones. La única obra construida de ella que tenemos noticia corresponde al Palacio Municipal de Concordia, cuyo proyecto realizó en coautoría con CBG, obra por la que recibieron varios premios (Fotografía 1). Tuvo también una destacada actuación como artista plástica, especializándose en acuarela, dibujo a lápiz, xilografía y grabado al aguafuerte. Expuso en la Segunda y Tercera Exposición de Artes Plásticas de Arquitectos, y trabajó como ilustradora de libros, entre ellos una edición de Poemas de Amor de Alfonsina Storni. Publicó dos artículos críticos sobre historia del arte en la revista de la SCA, y 23 artículos en la revista Cursos, que luego convirtió en cuatro libros, editados entre 1944 y 1947. En 1948 hizo su primera exposición individual de dibujos y pinturas en la Galería Müller, donde se expusieron unas 40 obras, exposición que se repitió al año siguiente en el Teatro Nacional Cervantes con el auspicio de la Comisión Nacional de Cultura. Presentamos a continuación una recopilación de las obras, proyectos y publicaciones de SG que pudimos registrar hasta ahora, ordenados por categoría y orden cronológico.

Fotografía 1
Frente de la Municipalidad de Concordia inaugurada en 1942.
Fuente: archivo municipal (2017).
1. Obra construida:

1940-1942 – “Palacio Municipal de Concordia, Entre Ríos”, proyecto en coautoría con CBG (Fotografía 1). La obra terminada fue publicada en la revista de la SCA, donde se muestran las plantas, cortes, detalles y fotografías (Baldini Garay y Genovese, 1942). También apareció como publicidad de una empresa de cemento en la revista El Arquitecto Constructor (Compañía Argentina de Cemento Portland, 1940).

2. Proyectos de arquitectura premiados o publicados:

1931 – Mejor proyecto: “Pórtico Entrada Cochera”, perteneciente al curso de segundo año de arquitectura del profesor René Karman. Fue seleccionado como mejor proyecto junto con el de otros dos compañeros y publicado en la revista de la SCA (Revista de Arquitectura, 1931).

1935 – Segundo Premio en concurso de anteproyectos “Casa para Sub-Oficiales” organizado por el Ministerio de Guerra. Participó en asociación con CBG, entre 81 proyectos presentados, bajo el seudónimo de “Nené” (Revista de Arquitectura, 1936). Uno de los jurados quiso impugnar el premio argumentando que SG no estaba aún diplomada (p. 595).

1937 – Tercer Premio en concurso de anteproyectos para “Estaciones de servicio Y.P.F.”. Participó en asociación con CBG (Revista de Arquitectura, 1937).

1938 Proyecto: “Un aeropuerto terminal”, publicado en la revista Arquitectura del Órgano oficial de la Sociedad de Arquitectos de Uruguay, en coautoría con CBG (Baldini Garay y Genovese, 1938).

1940 – Primer Premio en el Tercer salón de artistas decoradores, en la categoría Proyecto de decoración de interiores o exteriores otorgado por la Comisión Nacional de Cultura, por las obras: El despacho de un presidente municipal y Detalles del panel (Revista de Arquitectura, 1940a). En el mismo evento fue presentado y premiado el emblemático Sillón BKF de los arquitectos Bonet, Kurchan y Ferrari Hardoy, en ese entonces denominado apenas Sillón. Los bocetos premiados se materializaron tiempo después en el interior de la nueva sede de Municipalidad de Concordia, también obra de su autoría (Figura 2).

Figura 2
A la izquierda, el proyecto “El despacho de un presidente municipal” premiado en 1940.
Fuente: Revista de Arquitectura (1940a).
A la derecha, dos vistas del interior del despacho de la municipalidad de Concordia donde se plasmó la obra dos años después.
Fuente: Revista de Arquitectura (1942).
3. Pinturas premiadas, expuestas o publicadas:

1937 – Portada colonial (aguafuerte), obra expuesta en la “Primera Exposición Independiente de Pintura, Escultura y Grabado organizada por el Círculo de Bellas Artes” (Círculo de Bellas Artes, 1937, p. 5).

1939 – Tres pinturas presentadas en la Segunda Exposición de Artes Plásticas de Arquitectos, organizada por la SCA (Revista de Arquitectura, 1939b). Obras presentadas: Arvejillas (acuarela, publicada en p. 646) (Figura 3), Arquitectura Colonial (grabado) e Iglesia de San Ignacio (grabado). De los veinte arquitectos que presentaron obras, ella y Nélida M. Azpilicueta fueron las únicas mujeres, compitiendo con arquitectos de renombre como Alejandro Christophersen y Alejandro Bustillo, entre otros.

1940 – Elena (dibujo), obra presentada en la Tercera Exposición de Artes Plásticas de la Sociedad Central de Arquitectos (Revista de Arquitectura, 1940b), publicada en p. 564 (Figura 3).

Figura 3
Obras presentadas en la Segunda y Tercera Exposición de Artes Plásticas de Arquitectos:
Elena y Arvejillas.
Fuente: Revista de Arquitectura (1940b, p. 564 y 1939b, p. 646).

1945 – Ilustra con dibujos a la lápiz y grabados, una edición de Poemas de amor de Alfonsina Storni.

1948 – Primera exposición individual en Galería Müller entre el 6 y el 18 de setiembre de 1948 (Galería Müller, 1948) (Figura 4). 40 obras expuestas: serie Estampas florales (19 témperas), serie Paisajes: San Carlos de Bariloche (7 témperas), serie Poemas ilustrados: de las flores y de las hojas (4 dibujos a lápiz, 1 témpera y 2 acuarelas), Solicitud (lápiz), El karma (lápiz), Gladiola (lápiz), Flor de papel (óleo), Dorita (óleo), Gladiolos (óleo) y Rosas (óleo).

Figura 4
Tapa del catálogo de la primera exposición individual de SG en Galería Müller.
Fuente: Galería Müller (1948).

1949 – Exposición individual en el Teatro Nacional Cervantes, con el auspicio de la Comisión Nacional de Cultura, entre el 11 y el 20 de abril de 1949 (Comisión Nacional de Cultura, 1949). Se presentan prácticamente las mismas obras que la exposición en Galería Müller el año anterior. Obras expuestas: Ilustraciones del libro de Alfonsina Storni, Poemas de Amor (dibujos a lápiz), Parque Nacional de Nahuel Huapí, San Carlos de Bariloche (croquis en color), Estampas florales (témperas), Poemas ilustrados: de las flores y de las hojas (dibujos acuarelados), Ofrenda (óleo), Dorita (óleo), Pola (óleo), Gladiolos (óleo) y Flor de papel (óleo).

4. Libros y artículos publicados:

1937 – “Stephan Erzia escultor” en Revista de Arquitectura, N° 198,
pp. 256-259. Se trata de una reseña biográfica y retrospectiva sobre la obra del escultor ruso, radicado en la Argentina entre 1927 y 1950.

1938 – “Una mente moderna actualiza antiguos conceptos. Aldous Huxley y ‘la vulgaridad en el arte’” en Revista de Arquitectura, N° 210, pp. 247-249.

1943-45 – “Curso de Construcciones”, publicado en 23 partes en la revista mensual Cursos, Nº 56 a 78.

1944 – Construcciones: Iº año, en coautoría con la ingeniera Elisa Bachofen. El libro compila las lecciones del primer año del “Curso de Construcciones” publicado mensualmente en la revista Cursos.

1945 – Construcciones: IIº año, en coautoría con la ingeniera Ana Altschüler. El libro compila las lecciones del segundo año del “Curso de Construcciones” publicado mensualmente en la revista Cursos.

1946 – Buenos Aires Colonial. La Iglesia de San Ignacio, publicado por el Instituto Libre de Enseñanza Técnica. Se trata de una compilación de pequeñas publicaciones que había realizado sobre esta iglesia en la revista Cursos entre marzo y junio de 1944.

1947 – Construcciones: IIIº año. El libro compila las lecciones del tercer año del “Curso de Construcciones” publicado mensualmente en la revista Cursos.

El “Curso para Constructoras de Obra” (1943-1945)

El “Curso para Constructoras de Obra” fue creado por iniciativa de SG y se dictó al menos entre 1943 y 1945. Consistía en clases teórico-prácticas con visitas a obra para incorporar a la mujer en la faceta más cuestionada y principal argumento en contra de sus capacidades profesionales: el trabajo en obra. Existía una supuesta incompatibilidad entre la obra y las mujeres por el uso de pollera o el trato con operarios, tal como fuera estudiado por Di Bello (1997), quien analiza la presencia de las primeras mujeres en la carrera de arquitectura de la UBA a partir de entrevistas a los compañeros de las primeras arquitectas egresadas. Según los testimonios relevados, la principal objeción sobre el ejercicio profesional se da en torno al trabajo en obra:

[…] la profesión de arquitecta es una profesión difícil para la mujer porque tiene que ir a las obras, tiene que trabajar con gente muy bruta. Este es el problema ¿no? Entonces, claro, este es un problema… permanente. Porque después en general muchas mujeres terminan casadas con arquitectos, o terminan haciendo decoración, o qué sé yo, haciendo cualquier cosa, trabajando en estudios, pero en la obra, es un poco, es un poco dura la situación de la mujer, porque hay otras profesiones, las abogadas, van al Tribunal donde se encuentran con muchos abogados, gente educada en general. Pero en las obras, usted tiene obras… por ejemplo, yo he tenido una obra de ciento cincuenta obreros. Hay de todo, hay de todo. Entonces tiene que subir una escalera, y entonces se le mira la pierna, ciertas cosas que… la mujer… Claro, ahora, todo eso se va arreglando porque la mujer se pone pantalones. No, no, es así, son pequeñas cosas, pero que tienen importancia. Pero las mujeres han ocupado muchos lugares ya, y ahora hay muchas carreras que, ya es normal, ya no pasa nada. Pero ésta tiene la dificultad ésa (Fragmento de una entrevista anónima citado en Di Bello, 1997).

Las clases prácticas se desarrollaban en la sede de la Editorial Hobby, en la calle Venezuela 668 de la ciudad de Buenos Aires, y las teóricas en un aula de la SCA. El curso completo duraba tres años de 12 módulos cada uno, con certificados intermedios al fin de cada año: Dibujante Técnico, Dibujante Calculista, y finalmente, Constructora de Obras (Causa, 1943, p. 5). El primer curso lo preparó SG en conjunto con la Ingeniera Civil Elisa Bachofen, y el segundo con la Ingeniera Ana Altschüler. El tercer año, que se dictó dos años después de finalizado el segundo, fue dictado únicamente por SG.

Aunque tuvo cierta repercusión en la prensa –en 1943 salió una nota de tres páginas en el diario Mundo Argentino titulada “¡Ya tenemos mujeres constructoras!” (Causa, 1943) (Figura 5), y otra en 1944 anunciando una exposición de los trabajos de las alumnas del primer curso (La Prensa, 1944)– que sepamos, solo se dictó por una única vez, es decir para una sola camada de mujeres que fue pasando de año. Es de suponer que las dificultades y limitaciones impuestas por la época hayan influido para que funcionara al principio para atender la demanda latente de un conjunto de mujeres que seguramente esperaban, hacía años, un espacio de ese tipo.

Figura 5
Imagen que presenta el artículo publicado en Mundo Argentino.
Fuente: Causa (1943, p. 3).

El artículo de Mundo Argentino intentaba demostrar como por medio del curso, las mujeres se podían involucrar en todas las tareas del trabajo en obra, desde la descarga de los materiales hasta caminar por los andamios y dirigir a los operarios, “sobre el andamio, allí donde se creyó que nunca llegaría una mujer como trabajadora, estas jóvenes, que obtendrán el título de constructoras de obras, controlan la colocación de las tejas” (Causa, 1943, p. 5). Hace hincapié además en el uso compatible de la pollera en obra: todas la usan en las fotos publicadas y hasta aparece un grupo de ellas sentada sobre las bolsas de arena acopiadas (Figura 6). Termina diciendo “la que hasta ahora era sólo la reina y señora del nido, también aprende la ciencia de hacerlo” (Causa, 1943, p. 5).

Figura 6
En la imagen de arriba, a la extrema izquierda, Stella Genovese señalando los materiales mientas una alumna toma nota sentada sobre las bolsas de arena. Abajo, un recorrido sobre los andamios.
Fuente: Causa (1943, pp. 4-5).

Los contenidos del curso eran muy amplios y de alguna forma barrían casi por completo el programa de la carrera de arquitectura en una síntesis aplicada: conocimiento sobre materiales, técnicas constructivas, nociones de física aplicada a la arquitectura, estructuras, dibujo técnico y mano alzada, código de edificación, proyecto, estudio de casos, contabilidad de obra, historia de la arquitectura, entre otros contenidos.

Otra idea bastante innovadora, era que contemplaba también la modalidad de cursado a distancia para el módulo teórico, mediante la publicación mensual de los temas a trabajar y preguntas teóricas que salían en la revista Cursos, editada por la misma editorial donde se dictaban las clases prácticas. El primer y segundo año del curso salió entre los números 56 a 78 de la revista (Genovese, 1943-1945). Al finalizar cada año, se publicó también un volumen compendio con todas las lecciones del curso en formato libro (Bachofen y Genovese, 1944; Genovese-Oeyen y Altschüler, 1945; Genovese, 1947) (Figura 7). De esta forma se apuntaba a un público más amplio y no exclusivamente de mujeres, como lo eran las lecciones presenciales y, con dichos apuntes, se buscaba incluir también a los “obreros del gremio de la Construcción que aspiran a elevar su nivel intelectual en su lógico y humano deseo de progreso, en base a una mayor eficiencia” (Bachofen y Genovese, 1944, p. 213). Se intenta abrir y descentralizar el ejerció intelectual de la arquitectura, limitado hacia esos años a un único grupo social: hombre de clase media-alta.

Figura 7
Tapa de la revista Cursos correspondiente a la primera entrega del curso. A la derecha, tapa del libro-compendio de las clases del segundo año del curso.
Fuente: Genovese-Oeyen y Altschüler (1945).

Vínculos y relaciones con la SCA

Desde su ingreso a la SCA como socia en 1933, aun siendo estudiante, SG mantuvo una estrecha y polémica relación con la institución. Además de ocupar distintos cargos en la comisión directiva, tuvo una participación activa en la representación de la entidad en eventos y reuniones académicas. Sin embargo su relación con la SCA, o al menos con parte de sus miembros, fue complicada considerando que renunció varias veces como socia y a sus cargos en comisión. A continuación incluimos una síntesis de su vínculo con la SCA a partir de los datos registrados en la correspondencia que mantuvo con la entidad y que de alguna manera refleja cómo fue su relación con la misma.

Síntesis de su vínculo con la SCA:

> Socia “Aspirante” SCA, porque todavía era estudiante, desde octubre de 1933.

> Renuncia en octubre de 1937 (la Comisión Directiva –CD– acepta su renuncia): se debió a problemas con el monto de su cuota social, quisieron cobrarle una diferencia con retroactividad y otros problemas vinculados a la publicación de un concurso. En reunión de la CD de mayo de 1938, con nuevo presidente de la SCA, desestiman su renuncia.

> Socia “Activa” SCA, desde junio de 1938.

> Publicación “Aeropuertos”: a raíz del fallecimiento de CBG, la CD de la SCA, le ofrece a SG que coordine la publicación de un trabajo de él sobre los aeropuertos, tema de su especialidad. Ella acepta y sale publicado en la edición de setiembre de 1940 (Nº 237) como un número especial de la revista dedicado exclusivamente a la publicación de CBG. Luego de la publicación le requieren a SG que pague ella la impresión de las páginas a color de todas las revistas y le mandan la cuenta del impresor (en 1941). A raíz de este mal entendido, renuncia a la comisión de revista SCA de la que formaba parte (el 22 de mayo de 1941) y luego renuncia como socia el 30 de junio pero no obtiene respuesta.

> Renuncia nuevamente como socia el 2 de agosto de 1942, un poco más de un año después de la renuncia anterior. La CD le pide reconsideración y la retira el 19 de agosto.

> Renuncia nuevamente como socia el 14 de diciembre de 1943. La CD la acepta el 29 de diciembre.

> En mayo de 1957 pide reingresar como socia a la SCA, tras doce años de haber renunciado por última vez. La CD la acepta, pero no queda claro si finalmente ingresa.

Cargos desempeñados en la SCA:

> Vocal de la “Subcomisión de Urbanismo” (dos períodos: 1938-1940).

> Presidente de la “Subcomisión de Urbanismo” (un período: 1940-1941).

> Vocal de la “Subcomisión de Revista”, posteriormente “Comité de Revista de Arquitectura” (tres períodos: 1940-1943).

> Delegada de la SCA en el “Congreso de la Población” de 1940.

> Delegada de la SCA en la “VIII Conferencia Nacional de Aeronáutica” de 1940.

Conclusiones

No fueron pocas las dificultades que tuvo que afrontar SG durante todo su desarrollo profesional y artístico, siempre vinculadas a su condición de mujer. Desde el primer concurso en que participó y resulto premiada, recibió una impugnación por parte de uno de los jurados por argumentos que luego no se sostuvieron (Revista de Arquitectura, 1936, p. 595). Renunció cuatro veces como socia a la SCA y todas –excepto una vez– le piden que reconsidere su renuncia o directamente la desestimaron. Su regreso a la entidad se dio siempre después de un cambio de presidente o conformación de la CD, lo que nos lleva a pensar que las renuncias se debieron a razones éticas, profesionales y personales, y no a cuestiones prácticas como podría ser un problema económico por la cuota social.

En todos los concursos que participó junto a Carlos Baldini Garay, y en todas las publicaciones donde se menciona al estudio, siempre, en todas, se lo nombra a él primero y a ella después, cuando en realidad el estudio firmaba al revés: “Stella E. Genovese – Carlos A. Baldini Garay – Arquitectos”, tal como aparece en el membrete de las cartas que se conservan en el archivo de la SCA. Incluso en una publicación de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, que muestra un importante proyecto del estudio para un aeropuerto, en el sumario aparece: “Aeropuerto – Arqt.os C. Baldini Garay y Sra.”, directamente omitiendo el nombre de ella, mientras que en los demás artículos que también corresponde a obras con más de un arquitecto, hombres en esos casos, se incluyen los nombres de todos los autores.

Otro ejemplo de subestimación a su persona, cuando falleció su socio y pareja CBG en 1939, salió publicada una necrológica en la Revista de Arquitectura (1939a), donde se destaca “la pérdida de un joven talento”. El profesor Eduardo Ferrovía, autor del homenaje, menciona sus principales proyectos profesionales, muchos de los cuales había realizado en coautoría con SG, sin embargo no se menciona su nombre en el artículo y lo único que se refiere sobre ella es que estando ya él enfermo: “ayudado por su compañera, lo vemos triunfar en concursos”.

Todos estos ejemplos, revelan de alguna forma la “carrera de obstáculos” a la cual se tuvo que enfrentar SG como profesional arquitecta y artista por su condición de mujer (Greer, 2005). Desde la familia, el amor, la ilusión del éxito y la humillación profesional (p. 135), y hasta el proceso de invisibilización que vuelve una tarea cada día más compleja rescatar y recopilar su producción artística-profesional ■

Agradecimientos
A Ricardo Gasalla de la biblioteca de la Sociedad Central de Arquitectos y a la directora y personal de la Biblioteca Pedagógica “Eudoro Díaz” de Rosario.
A Daniel Schávelzon y Ramón Gutiérrez por los datos aportados.


REFERENCIAS

  • Bachofen, E. y Genovese, S. (1944). Construcciones: 1er año. Buenos Aires: Editorial Hobby.
  • Baldini Garay, C. A. y Genovese, S. E. (1942). Municipalidad de Concordia. Revista de Arquitectura, (256), pp. 165-170.
  • Baldini Garay, C. A. y Genovese, S. E. (1938). Aeropuerto. Arquitectura. Órgano oficial de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, (194), pp. 7-12.
  • Buschiazzo, M. J. (1966a, noviembre). La iglesia de San Ignacio en
    Buenos Aires. Nuestra Arquitectura, (435), pp. 33-40.
  • Buschiazzo, M. J. (1966b, diciembre). La iglesia de San Ignacio en
    Buenos Aires. Nuestra Arquitectura, (436), pp. 49-54.
  • Buschiazzo, M. J. (1947). Bibliografía de Arte Colonial. Buenos Aires: Instituto de Arte Americano-Universidad de Buenos Aires.
  • Causa, L. (1943, 18 de agosto). ¡Ya tenemos mujeres constructoras!
    Mundo Argentino, XXXIII(1700), pp. 3-5.
  • Círculo de Bellas Artes. (1937). 1ra. Exposición Independiente de Pintura, Escultura y Grabado. Organizada por el Círculo de Bellas Artes del 3 al
    20 de noviembre. Buenos Aires: Galería Gutiérrez.
  • Cirvini, S. (2015). Colette Boccara. La trayectoria singular de una mujer ‘arquitecto’. Registros, (12), pp. 41-52.
  • Comisión Nacional de Cultura. (1949). Exposición pictórica de Stella Genovese. Guía Quincenal de la Actividad Intelectual y Artística Argentina, 3(42), p. 47.
  • Compañía Argentina de Cemento Portland. (1940). El Palacio Municipal de Concordia – Entre Ríos. El Arquitecto Constructor, (583), s.p.
  • Daldi, N. S. (2018a). Arquitectas. Estrategias y obstáculos de inserción de las primeras mujeres al campo de la Arquitectura argentina
    (primera mitad del siglo XX). Hábitat y Sociedad, (11), pp. 15-29.
  • Daldi, N. S. (2018b). La participación de las primeras arquitectas en la Revista de Arquitectura (Argentina, 1926-1947). AREA, (24), pp. 13-25.
  • Di Bello, R. (1997). La presencia femenina en las aulas de la UBA: las primeras arquitectas. II Encuentro Nacional «La Universidad como Objeto de Investigación», Centro de Estudios Avanzados CEA – Universidad de Buenos Aires. Recuperado de http://www.equiponaya.com.ar/congresos/contenido/cea_1/3/23.htm
  • Di Bello, R. (1996). La Escuela de Arquitectura y los egresados de la década del ‘30: formación, ideología y praxis. Critica IAA, (68), Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”.
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  • Genovese, S. (1947). Construcciones: III año. Buenos Aires: Editorial Hobby.
  • Genovese, S. (1943-1945). Curso de construcciones. Cursos.
    Revista Mensual de Enseñanza Técnica, N° 56 a 78, Editorial Hobby.
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  • Revista de Arquitectura (1939b). Segunda exposición de artes plásticas de arquitectos. Revista de Arquitectura, (228), pp. 638-651.
  • Revista de Arquitectura (1937). Tercer premio – Proyecto tipo ‘B’. Concurso de anteproyectos para estaciones de servicio Y.P.F. Revista de Arquitectura, (195), p. 134.
  • Revista de Arquitectura (1936). El concurso ‘Casa para Sub-Oficiales’ del Ministerio de Guerra. Revista de Arquitectura, (192), pp. 592-597.
  • Revista de Arquitectura (1931). Trabajos de la Escuela de Arquitectura. Revista de Arquitectura, (127), pp. 352-357.
  • Schávelzon, D. (2018). Historias de la historia de la arquitectura.
    Buenos Aires: Editores Argentinos.

Notas

1.   El libro sobre la iglesia San Ignacio de SG fue publicado en 1946 una década antes que Susana A. de Lafuente, considerada hasta ahora la primera mujer en dedicarse a la investigación en historia de la arquitectura (Schávelzon, 2018, p. 96), ingresara al Instituto de Arte Americano. (Volver)

2.   Carlos A. Baldini Garay (1904-1939), arquitecto, recibido en la UBA en 1930, falleció el 11 de julio de 1939. (Volver)

3.   Un conjunto de 42 láminas, algunas desplegables, con plantas, vistas, cortes y detalles de la iglesia. La mayoría son dibujos a tinta, pero también trabaja otras técnicas como el grabado al aguafuerte y la xilografía. (Volver)

4.   Principales repositorios relevados: Biblioteca de la Sociedad Central de Arquitectos y archivo de correspondencia de socios con la entidad; Biblioteca Nacional; Biblioteca del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”; Biblioteca Pedagógica “Eudoro Díaz” (Rosario, Santa Fe); Archivo Cedodal y Fundación Espigas. (Volver)


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Cómo citar este artículo (Normas APA):

Girelli, F. (Noviembre 2019 – Abril 2020). Stella E. Genovese y las “Constructoras de Obra”. Una lucha por la igualdad de género en la historia de la arquitectura argentina (1930-1960). AREA, 26(1). Recuperado de: https://area.fadu.uba.ar/area-2601/girelli2601/


Arquitecto por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), Universidad de Buenos Aires  (UBA). Doctorando CONICET desde 2017. Es docente de Historia de la Arquitectura II (FADU-UBA) y de Investigación: Marcos, Conceptos, Herramientas (FADU-UBA, 2016-2018). Investigador del Centro de Arqueología Urbana y del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”. Dirige el proyecto SI-FADU: “Arqueología de los materiales de construcción: Las tecnologías empleadas en la arquitectura de Buenos Aires (siglos XIX-XX)” (PIA HyC-50). Ha publicado varios artículos en revistas especializadas con referato y presentado ponencias en eventos científicos nacionales e internacionales. Publicó Los azulejos del antiguo Colegio Nacional: Azulejos napolitanos en la arquitectura de Buenos Aires (siglo XIX), editado por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Manzana de las Luces.