Reseña. Todo lo que los arquitectos siempre quisieron saber sobre el color (pero temían preguntar)


JOSÉ LUIS CAIVANO
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas

Recibido
23 de marzo de 2021
Aceptado
15 de setiembre de 2021

Reseña de libro

Color for Architects

Juan Serra Lluch. 2019
Princenton Architectural Press.
Nueva York. 232 páginas.
Idioma: inglés
ISBN: 9781616897949

Color for architects se inserta en una venerable tradición de libros sobre teoría, historia y práctica del color en la arquitectura. En este contexto, el libro de Juan Serra Lluch se constituye sin dudas en una fuente inevitable, ya que presenta el panorama más actualizado y completo que se puede pedir sobre el tema. Obviamente se trata de un libro serio (a diferencia de la parodia de Woody Allen a la que hacemos un guiño con el título de esta reseña). Pero no por ello es aburrido o tedioso de leer. Todo lo contrario; con una prosa amena y con infinidad de ejemplos, ilustraciones a todo color, ejercicios, preguntas y respuestas, explica realmente todo lo que cualquier especialista de la arquitectura necesita conocer sobre el color. Como sabemos, suele haber cierto temor al cromatismo en el campo de la arquitectura. Haya o no aprensión a preguntar por el color, ciertamente este libro brinda las respuestas adecuadas. Serra realiza incluso el tan necesario trabajo de tender puentes de conocimiento desde los desarrollos de la ciencia del color en el campo de la psicofísica, colorimetría, visión y tecnología del color hacia las conceptualizaciones y usos que se acostumbra manejar en arquitectura y diseño. En este sentido, se efectúa un acercamiento a la terminología específica, los sistemas, las variables y las unidades de medición y descripción del color, poniendo ese bagaje de conocimientos al alcance de quienes practican las disciplinas del diseño.

Tomar decisiones acerca del color es inevitable. Puede haber profesionales de la arquitectura que piensen que lo evitan decidiendo que en sus proyectos y obras todo sea de color blanco o de colores acromáticos. Pero en realidad lo único que están haciendo es condicionar y predestinar su arquitectura a perder ciertas cualidades, a ser más pobre. Una actitud más razonable que simplemente esquivar el hecho de enfrentarse a la cuestión de tener que decidir acerca de los colores, es conocer lo mayor posible su manejo e incorporarlo como herramienta de proyecto. Y a esto se dirige el libro de Juan Serra.

La primera parte expone los conceptos básicos. Comienza desarrollando una definición comprensiva y moderna del color, como un fenómeno perceptual que relaciona la radiación luminosa con los objetos y los observadores, describiendo las tres variables del color, algunas categorías conceptuales y operativas (las nociones de primarios y secundarios, los complementarios, la temperatura de color de las fuentes luminosas, el fenómeno de metamerismo, entre otras), así como la problemática relacionada con la visión cromática humana y los casos de dicromatismo o deficiencias en la discriminación del color. Esto último, que alcanza a un porcentaje nada despreciable de la población, sobre todo masculina, es algo que en definitiva hay que considerar cuando se pretende un diseño espacial o arquitectónico que sea inclusivo.

El segundo capítulo está dedicado a la caracterización y ordenamiento de los colores. Presenta algunos de los principales sistemas y notaciones: los espacios CIE y CIELAB, los sistemas NCS y Munsell, el uso de colecciones Pantone y RAL. Al mismo tiempo, expone sucintamente la diferencia entre mezcla aditiva (de luces) y sustractiva (de colorantes).

El capítulo 3, sobre percepción del color, enfoca los problemas de interacción cromática: cuestiones contextuales en que cambia el color percibido dependiendo del área o superficie, la distancia, la duración del estímulo en el observador, así como los conocidos fenómenos de contraste simultáneo y sucesivo.

El paso lógico siguiente, entonces, es estudiar los colores en combinación: las armonías y contrastes (ahora en términos estéticos, pero obviamente ligados a la cuestión perceptual) y las nociones de proporcionalidad en la aplicación o uso del color (con relación a sus diferencias de tinte, claridad y saturación). El capítulo concluye con una recopilación de aplicaciones útiles para combinar y armonizar colores disponibles en la web. Como en cada sección del libro, se incluye al final de este capítulo algunas actividades de análisis de casos arquitectónicos o aplicación mediante ejercicios de diseño.

La segunda parte del libro se aboca ya al uso del color en el proyecto arquitectónico. Es así como el capítulo 5 trata de la dualidad color/forma y la elección de colores en relación con la forma espacial. El autor desarrolla una serie de categorías que ha elaborado para tipificar diversas maneras de usar el color arquitectónico en relación con el paisaje en que se inserta la obra (mímesis, singularidad y estrategias intermedias), y en relación con la propia forma de los edificios (integración, desintegración). Hace notar también cómo el color influye en la sensación de peso visual de una masa construida, analiza la relación entre color y textura de materiales y cómo se utiliza el color con relación a los aspectos funcionales del edificio.

El capítulo 6, “Visual ergonomics” (“Ergonomía visual”) contiene un conjunto muy actualizado de nociones y recomendaciones sobre iluminación en arquitectura, que no pueden desconocerse.

El capítulo 7, “Does architecture need to be white?” (“¿Necesita ser blanca la arquitectura?”) es un regocijo para los arquitectos que no se dejan llevar por el falso preconcepto de que la arquitectura moderna, purista y enfrentada al estilismo académico debía ser (o efectivamente era) blanca. Infinidad de ejemplos, citas y frases de los protagonistas del movimiento moderno se presentan como rigurosa documentación y en una clara línea argumental, para terminar de demoler tal afirmación y convencer a quienes –seguramente por falta de conocimiento o por haberse dejado convencer fácilmente mediante falacias, tergiversación y ocultamiento premeditado– aún siguen creyendo tan absurda simplificación, a pesar de la cantidad de evidencias en contra.

Entre otros aspectos, este capítulo dedica algunos párrafos a mencionar las propuestas cromáticas del manifiesto de 1927 del arquitecto italiano Piero Bottoni (ya anticipado en la nota 19 del capítulo 5), injustamente negado y menospreciado por sus colegas contemporáneos. Aunque el trabajo de Bottoni ya fue investigado y puesto en relevancia en textos anteriores (un par de ellos precisamente por Serra y coautores), todavía merece ser reconocido por un público más amplio, y en este sentido el libro contribuye a este propósito. La conclusión que nos deja este capítulo es que dentro del movimiento moderno existió una riquísima variedad de posturas teóricas y de prácticas arquitectónicas en relación con el color, desde los extremadamente puristas, fanáticos del blanco a ultranza, hasta los coloristas más creativos. Lo que ha sucedido, sin dudas, es que algunos influyentes teóricos e historiadores han ocultado deliberadamente una gran parte de esa diversidad, en aras de querer imponer una visión sesgada, tal vez con el objetivo de otorgar al movimiento moderno un mayor carácter de ruptura revolucionaria, mal entendido heroísmo y vanguardismo en relación con el academicismo y eclecticismo previos. Seamos entonces conscientes: la arquitectura moderna nunca fue blanca. Es que solo quiso mostrársenos una parcialidad sesgada y dogmática de la historia. Y no puede decirse que los arquitectos modernos, tomados en su totalidad, en su conjunto, hayan seguido un dogma unívoco.

El libro continúa con secciones sobre la significación y psicología del color (abordando tanto aspectos generales como situaciones en contextos arquitectónicos particulares), tendencias actuales de utilización del color en la arquitectura reciente (donde se hace una revisión de algunos casos en diferentes partes del mundo), cómo utilizar el color en la representación arquitectónica efectiva (sobre todo pensando en los concursos de proyectos de arquitectura, donde esta cuestión puede ser crucial para el éxito o fracaso de una propuesta que es evaluada por un jurado sobre la base de dibujos y maquetas).

Finalmente, la tercera parte trata del manejo del color a lo largo de todo el flujo de trabajo de diseñadores y arquitectos, donde se hace necesario mantener un control en la reproducción cromática en dispositivos de captura de imágenes (cámaras fotográficas, escáneres, entre otros) y dispositivos de reproducción (monitores, impresoras, entre otros). Es así que se dedican varias páginas a criterios y recomendaciones para seleccionar y calibrar adecuadamente los monitores que se utilizan, al trabajo de edición de las imágenes en color mediante el uso de softwares pertinentes, y a la búsqueda de exactitud y consistencia en la reproducción del color en el proceso de impresión. No podía faltar, en el último capítulo, una reseña sobre instrumental y técnicas para medir el color en edificios y en muestras de materiales que se utilizan en la arquitectura, tema en el que el autor tiene gran experiencia por su trabajo en el grupo de investigación sobre color en la Universidad Politécnica de Valencia, España.

Un rasgo interesante y útil del libro, como ya mencionara, es que al final de cada capítulo incluye una serie de preguntas para que el lector (ya sea profesional o estudiante) pueda verificar el grado de comprensión de los temas tratados, así como ejercicios de aplicación y actividades orientadas a la práctica arquitectónica y proyectual para realizar y poner en uso las cuestiones desarrolladas. Asimismo, dos apéndices incluyen herramientas necesarias: tablas sobre cuestiones de iluminación e índices de reproducción del color de distintos iluminantes, así como un tutorial sobre la edición de imágenes en Photoshop, con herramientas para la corrección del color, utilización de filtros y efectos diversos. El índice alfabético de temas y autores al final es de gran ayuda para la búsqueda de cuestiones puntuales, y los créditos a las imágenes e ilustraciones completan un tratamiento muy riguroso y cuidado del material gráfico seleccionado e incorporado en el libro.

En conclusión, el balance es absolutamente positivo. Cualquier lector, ya sea especializado o lego, profesional o estudiante, quedará sin dudas satisfecho y saldrá con nuevas ideas y conocimientos actualizados. Si tuviésemos que colocar algo del otro lado de la balanza, como algún aspecto que podría haberse resuelto mejor, ello sería tal vez el tratamiento del aparato bibliográfico. La bibliografía utilizada es sin dudas muy completa y actualizada. Pero el sistema de referencias elegido resulta algo confuso. Hay notas al final del libro, según un ordenamiento numérico sucesivo, capítulo por capítulo, sistema que obliga a la repetición de fuentes bibiográficas que se mencionan o utilizan en diferentes partes del libro. Además de la incomodidad de tener que saltar de unas páginas a otras para leer esas notas, lo que sería un problema meramente operativo y práctico, está el hecho de que en dichas notas coexisten referencias bibliográficas con aclaraciones y ampliaciones. Y, por otro lado, hay un apartado de bibliografía seleccionada, donde solo se listan algunas fuentes, no todas. De esta manera, es difícil obtener mediante una simple inspección un panorama completo de las fuentes bibliográficas a las que acudió el autor. Una diferenciación entre notas aclaratorias o ampliatoras (directamente al pie de página) y envíos a referencias bibliográficas mediante el sistema autor-fecha (con un listado bibliográfico único ordenado alfabéticamente) hubiese sido más efectivo y económico.

Más allá de esa particular observación y algunos pequeños deslices o errores que fácilmente pueden subsanarse en una reedición, Color for architects, de Juan Serra Lluch, se presenta como una lectura y material de consulta indispensable para arquitectos, diseñadores y cualquier persona que deba resolver un proyecto espacial o visual. Esto, siempre y cuando, en lugar de evitar el uso del color por temor a equivocarnos, nuestro deseo sea más bien abordar estas problemáticas y sacar provecho de todo lo que el color puede aportar al diseño y la arquitectura: en términos perceptuales, morfológicos, psicológicos, ergonómicos, de bienestar, habitabilidad, usabilidad, accesibilidad y sustentabilidad ■


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Cómo citar esta reseña (Normas APA):

Caivano, J. L. (2021, mayo-octubre). Todo lo que los arquitectos siempre quisieron saber sobre el color (pero temían preguntar). [En línea]. AREA, 27(2). Recuperado de https://www.area.fadu.uba.ar/area-2702/r-caivano2702/