Nos complace presentar el número 23 de nuestra revista que, como repararán los lectores que siguen la publicación, inaugura una nueva constitución de su equipo editorial. A partir de este número contamos con un Comité Asesor y una dupla editora que se harán cargo del desafío de adecuar la revista a los requerimientos editoriales de una época transmedial en la que los soportes y circuitos de circulación de los textos académicos se han multiplicado.
Como todo cambio, inaugura expectativas no exentas de interrogantes. Cabe entonces, comenzar con algunos comentarios. El primero, reconocer que si estamos presentando el número 23 de la revista es por el esfuerzo sostenido de los directores y editores anteriores, en especial del Dr. Rodrigo Amuchástegui a quien la revista le debe la producción rigurosa y sistemática de los últimos diez años. Su incorporación al Comité Editorial nos permitirá continuar contando con su valiosa colaboración tanto en referencia a la propia revista como a las vinculaciones con ARLA, la Asociación de Revistas Latinoamericanas de Arquitectura a la que pertenecemos.
El segundo comentario va dirigido a subrayar que los cambios no implican modificación de los objetivos de la revista: estimular la reflexión acerca de la arquitectura, el diseño y el urbanismo, ofreciendo un espacio para la difusión y debate de las producciones de investigación y transferencia vinculadas con esas áreas en Argentina y América Latina, de manera particular y del mundo entero, de manera general.
El presente volumen reúne contribuciones que proponen discutir temas diversos. A la manera de un caleidoscopio, la revista se abre a la variedad de preocupaciones e intereses propios de la discusión contemporánea y ofrece un conjunto de miradas que, desde perspectivas teóricas y concepciones diferentes del quehacer disciplinar, conforman un universo textual en el que se destacan la inclinación a las problemáticas urbanas por un lado, y la vocación epistémica o instrumental en relación a la disciplina, por el otro.
Hemos organizado esta variedad en un índice que agrupa los artículos en tres series virtuales: una primera, centrada en el urbanismo, una segunda serie, vinculada a la conceptualización teórica sobre el diseño y una tercera, que agrupa las contribuciones de carácter crítico o pedagógico. El lector podrá orientarse por este agrupamiento que proponemos o bien desplazarse por la revista siguiendo sus propios intereses.
La primera ocupa la mayor parte del volumen y está integrada por seis artículos que enfocan la temática de manera diversa: David Kullock recorre los debates posteriores a la crisis de la planificación urbana, describiendo y evaluando detrás de las sucesivas denominaciones (planificación urbana, planificación estratégica, gestión ambiental) las líneas de fuerza que atraviesan el problema. Mariana Schweitzer et al. analizan el estado de la planificación del territorio en Argentina a principios del siglo XXI mostrando las propuestas y el nivel de aplicación en un período político enfrentado a las posturas neoliberales. En contrapunto, casi como un arpegio, Verónica Paiva se ocupa de categorizar y caracterizar una serie de nuevos núcleos habitacionales precarios que surgieron en la ciudad de Buenos Aires a mediados de los noventa, describiendo sobre todo, las características de sus pobladores, sus estrategias habitacionales y sus trayectorias residenciales.
Los dos artículos siguientes (Diana De Pietri et al. y María Cecilia Domizio) se enfocan en cuestiones ambientales urbanas haciendo hincapié en la descripción del instrumento metodológico. El primero, tomando como área de estudio la provincia de Neuquén, desarrolla los modos y etapas de construcción de un mapa de sustentabilidad ambiental. El segundo, estudia el arbolado urbano mendocino bajo un enfoque sistémico como abordaje para captar el problema de manera global. Desde diferentes ópticas, ambos artículos se inscriben en la preocupación recurrente en el área sobre el valor de los instrumentos de análisis propuestos. Por último, Andrés Muñoz completa la primera serie introduciendo una nueva perspectiva: la incidencia del automóvil en la vida de las ciudades. Analiza el caso de La Plata como ejemplo de buena gestión, al margen de los avatares ocurridos en otros lugares por la aparición del automóvil.
Si bien la serie está lejos de representar el conjunto de las investigaciones vinculadas al tema, es lo suficientemente amplia como para dar un panorama de diferentes líneas de preocupación y dilemas, iluminando aspectos descriptivos, explicativos y metodológicos que vienen a sumarse a los énfasis ya encontrados en los números anteriores de AREA.
La reflexión sobre el diseño y su carácter epistémico se centra en los artículos de Mariana Pittaluga y Fernando Fraenza. Pittaluga aborda la posible reconfiguración y expansión del campo, concluyendo que la idea del diseño como sistema de pensamiento, independiente de la construcción de objetos, es propia del pensamiento posmoderno. Por su parte, Fraenza se pregunta por la existencia de un diseño serial, tomando el concepto tal como fue propuesto para la música por Schönberg. El principio constructivo y el tono de cada artículo son bien diferentes: en Pittaluga predomina la reflexión y la contrastación histórica; en Fraenza, el debate epistémico y el armazón lógico semiótico, pero ambos son índices de un estado de reflexión de las disciplinas del diseño.
La tercera serie está integrada por tres artículos de diferente tenor: Cecilia Parera indaga en la obra de Reyner Banham, Octavio Montestruque y Fabbri García, se inclinan por Juvenal Baracco y Gabriela Augustowsky analiza el registro fotográfico para el estudio de las prácticas de enseñanza en la universidad. Los hemos agrupado, atendiendo no tanto a sus objetos como a la índole de sus preocupaciones. Las miradas sobre la obra de Banham o de Juvenal Baracco podrían catalogarse como reflexiones críticas orientadas a influir de alguna manera en el canon: Montestruque y García buscan revalorizar el sincretismo cultural entre la modernidad occidental y la cosmovisión andina atacando lo que llaman “vocación occidental foránea” de la arquitectura, mientras que Parera, trae a escena el debate por el canon en la polémica figura de Banham. Desde otro lugar, pero también con intención de otorgar legitimidad canónica, Augustowsky reivindica el lugar del registro fotográfico en la investigación en general y en la de las prácticas de taller en particular, ilustrando su posición con fotografías de Albers enseñando en la Bauhaus.
El volumen contiene asimismo una sección bibliográfica con reseñas de dos textos de indudable interés para los investigadores. Por fuera del referato, este número de AREA incluye, como siempre, un texto de Apertura. En esta oportunidad, a cargo de Carlos Carpintero quien ofrece una personal reflexión sobre la comunicación y el diseño acompañada por un grupo de imágenes que, reinterpretadas por Paula Salzman y Paula Martín, constituyen la imagen de tapa y acompañan las páginas iniciales de cada artículo.
El volumen se completa con la reedición de “La inspiración, las influencias y las copias en el diseño industrial. Análisis en un tema: la silla” aparecido en el volumen 5 de 1997, escrito por Ricardo Blanco. Con este gesto y las palabras preliminares de Beatriz Galán queremos recordar la trayectoria de quien fuera uno de los pioneros del Diseño Industrial argentino y latinoamericano.
Como decíamos al comienzo, la dinámica de las publicaciones orientadas a la difusión de los productos de investigación, está experimentando fuertes cambios; sin embargo, decíamos también, hay algo que permanece: el interés académico amalgamado en la presentación de procesos y resultados para ser compartidos con la comunidad toda. En esta línea, como modo de establecer el diálogo con y entre los lectores, anticipamos la apertura de una sección de discusiones y debates que esperamos convoque a muchos de nuestros lectores. Estamos convencidos de que el diálogo constante y la confrontación franca son condimentos esenciales para la consolidación, difusión y puesta a prueba de nuestros desarrollos ■