La autoconstrucción en la periferia de Cusco. Un estudio de enfoque mixto


CARLOS GUILLERMO VARGAS FEBRES
Universidad Andina del Cusco
Facultad de Ingeniería y Arquitectura
Escuela Profesional de Arquitectura


Resumen

En este artículo se presentan los aspectos más importantes referidos al fenómeno de la autoconstrucción focalizada en las zonas periféricas de la ciudad de Cusco, la investigación busca estudiar los factores por los que los propietarios de viviendas deciden optar por la informalidad para edificar.
La metodología empleada de enfoque mixto (cuantitativo y cualitativo) permite investigar no solo los indicadores que las autoridades e instituciones utilizan para estudiar este fenómeno, sino también el lado cualitativo que tiene que ver con la cultura e idiosincrasia de los pobladores.
En los resultados encontramos que la autoconstrucción se da por la falta de evolución de las necesidades físicas y psicológicas de los propietarios y, en menor medida, a factores económicos o socioculturales. Más del 60% de los propietarios cuenta con ingresos suficientes para la construcción en sistema de concreto armado pero no sienten la necesidad de obediencia y cumplimiento de la legalidad que implica diseñar y construir una vivienda ya que desconocen a las autoridades y las normas establecidas.

Palabras clave
Autoconstrucción, Periferia, Cusco, Vivienda

Introducción

El presente artículo es una investigación que busca profundizar la problemática de la autoconstrucción en la periferia de la provincia del Cusco; para esto, la investigación tiene por objetivo, estudiar las características en las que se encuentra la misma desde el enfoque mixto de la investigación científica. Existen otros trabajos vinculados con el tema pero con resultados divergentes: posturas cuantitativas adoptadas por el Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento, identifican como factor detonante del problema la falta de recursos económicos de los propietarios de las viviendas mientras que, instituciones académicas como la Universidad Politécnica de Cataluña y autores como Salas Serrano, Salazar y Peña (1988), concluyen que la principal causa del fenómeno de la autoconstrucción en las ciudades es el proceso sociocultural de la migración del campo.

Para John Creswell y Vicki Plano Clark (2007) el enfoque mixto es el método más adecuado para la investigación de fenómenos sociales que no solo involucra a la estadística como fuente de la comprobación de hipótesis, sino que otorga como alternativa complementaria técnicas cualitativas como la triangulación concurrente que permiten terminar de explicar estos fenómenos desde el interior tomando en cuenta las necesidades de los participantes.

La investigación permitirá entender que un problema urbano tiene que ser estudiado desde ambos enfoques investigativos para ser analizado de forma integral; sin embargo, los resultados a los que se llegue en ningún caso se deberán extrapolar a otras sociedades por más similares que parezcan. Por otro lado, la metodología propuesta permitirá servir de guía para futuras investigaciones que aborden la misma problemática en diferentes espacios geográficos o culturales.

Para efectos del estudio, dejamos claro que no buscamos indagar o cuestionar las políticas de vivienda o programas habitacionales del Estado, si no que partimos de la realidad de la no presencia del Estado en la satisfacción de la necesidad de vivienda de las poblaciones emergentes, como en las capitales regionales del Perú.

Identificación del problema

El sismo de 7.0 en la escala de Richter registrado en la ciudad de México puso sobre la mesa, la discusión de seguridad que brinda la autoconstrucción de viviendas en las ciudades. El desplome de más de 29 edificaciones con el saldo de 225 muertos, con daños expuestos en este tipo de construcciones, se registraron en la zona periférica de ciudad de México (Instituto Geológico de México, 2017).

Roberto Flores De los Santos (2002), encuentra que los distritos de Villa El Salvador y Carabayllo, presentan problemas estructurales como rajaduras en muros, eflorescencias y corrosión del acero de refuerzo. El 80% de estas viviendas están catalogadas como edificaciones autoconstruidas dentro de un proceso de informalidad, caracterizado por muros de albañilería portante reforzadas con vigas y columnas de secciones reducidas. Para el autor, las sumas de estos factores degradan la resistencia estructural de las viviendas, en tal sentido, ese porcentaje lo califica como vulnerables sísmicamente.

Figura 1
Daños en edificios de concreto armado aporticado.
Fuente: Astroza (2007).

Para Maximiliano Astroza (2007), la característica más sobresaliente de las edificaciones dañadas en el terremoto de Pisco e Ica en el 2007, ha sido la baja densidad de muros debido al escaso frente del lote, al tipo de suelos de la zona y la forma en la que fueron construidas (autoconstrucción). Este problema se potencia en tanto se incrementa el número de pisos construidos que alcanza a los cinco niveles.

En una nota en el diario La República (2018) se manifiesta, que el 70% de las viviendas en el Perú se encuentran dentro de la llamada autoconstrucción y que la estimación anual es de 50 mil viviendas autoconstruidas y tan solo 21 mil formales con licencias y planos de construcción (La República, 2019). El crecimiento urbano de la provincia del Cusco se incrementa en mayor medida desde 1970, producto de la explosión demográfica, principalmente originada por la migración del campo a la ciudad (INEI, 2007), fenómeno que sucede en las capitales de provincia donde se concentran los recursos económicos, turísticos, financieros e institucionales.

El sistema de la autoconstrucción de viviendas toma un significado diferente al de las primeras expansiones urbanas en la provincia del Cusco donde las viviendas aisladas rodeadas de extensos campos de cultivo se transforman en habilitaciones urbanas desordenadas guiadas por la topografía del lugar.

La cuantificación de los datos ayuda a entender la evolución demográfica de la población en la provincia del Cusco (ver Gráfico 1); sin embargo, para comprender esta evolución, se hace indispensable contar con un dato cualitativo por medio del análisis fotográfico que permite apreciar dicha evolución desde el asentamiento en las laderas, alrededor del casco monumental hacia el sur de la ciudad, en la búsqueda de predios en la periferia (ver Figura 2).

Figura 2
Evolución gráfica urbana de la provincia del Cusco.
Fuente: ilustración superior: ciudad de Cusco, Perú, ca. 1531, realizada por R. Mar, J. A. Beltrán-Caballero e Ideum; imágenes aéreas centrales de la página web del Gobierno Municipal del Cusco (2015); imagen inferior © Google Earth / Maxar Technologies (2017).

La conformación de la periferia de la ciudad del Cusco es producto de invasiones de terrenos declarados no aptos para edificaciones o como zonas de riesgo de deslizamientos con presencia de las fallas geológicas regionales del Cusco y la de Tambomachay que miden más de 14 km de longitud. Para el Instituto Geofísico del Perú, la presencia de estas fallas determina una alta probabilidad de fenómenos de licuefacción que ponen en riesgo la estabilidad de las viviendas de la periferia y consecuentemente la vida de sus habitantes. Mientras que, en países como Chile, la autoconstrucción es un fenómeno social válido como proceso constructivo asistido por personal técnico especializado, en el Perú y con mayor fuerza en la periferia de la ciudad de Cusco, este fenómeno posee características de informalidad, evasión de las normas y reglamentos nacional y municipales, promoviendo la inseguridad estructural de las viviendas, así como la baja calidad arquitectónica de sus espacios habitables.

Marco teórico

Autoconstrucción

John Turner (1976) fue uno de los primeros en utilizar el término autoconstrucción para definir el fenómeno de las poblaciones no planificadas en Latinoamérica, entendiéndola como viviendas construidas y habitadas por sus propios usuarios.

Julián Salas Serrano (1991) realiza una recopilación de investigadores latinoamericanos, donde establece la existencia de tres formas de construir una vivienda, la primera llamada arquitectura de autor, la segunda como construcción oficial y la tercera, la autoconstrucción, como respuesta imaginativa a la necesidad de vivienda por parte de quien no pueden obtenerla en el sector formal.

El autor mediante su investigación desde un punto de vista arquitectónico llega a la conclusión que la autoconstrucción está conformada por cinco dimensiones, las cuales se toman como estructura de la investigación y fuente de elaboración de los instrumentos de medición.

Esther Wiesenfeld (2002), en un estudio social desde la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, sobre la comunidad La Esperanza, permitió a los investigadores mediante un enfoque cualitativo entender el significado, el contexto situacional y las particularidades de la participación de la población en las decisiones de políticas públicas de vivienda que se desarrollaron en ese sector; es decir que para la implantación de programas de vivienda, así como la autoconstrucción, debía estar asegurada la participación de sus pobladores en la toma de decisiones sobre dichos planes. Sin embargo, los resultados obtenidos no terminan de establecer el problema ni brindan soluciones prácticas para resolverlo.

Finalmente, Barrios (2014) retoma la discusión en Argentina de los años sesenta y setenta acerca de la importancia que tienen los sectores populares en el diseño y planificación de las políticas públicas de vivienda social, concluyendo que el rechazo de los usuarios a los programas de vivienda implementados por el Estado se debe en mayor medida a la falta de involucramiento de los usuarios en dichos planes y la incapacidad de adaptarlos a las necesidades habitacionales de la población.

Periferia de la ciudad

Para Adrián Aguilar (2002) y Francisco Monclús (1998), la periferia nace de la dinámica de la sub urbanización o peri urbanización que experimentan la mayoría de las ciudades de carácter metropolitano, atribuyendo a la migración, en especial a la intraurbana, la responsabilidad de su conformación.

Estos espacios periurbanos son permeables a los cambios sociales, económicos y espaciales dentro de la mutación de las ciudades y con mayor fuerza, dentro del fenómeno de la globalización, se modifican junto con las relaciones urbano-marginales o urbano-rurales (Allen, 2003).

Existe la necesidad de entender que los sectores periurbanos o también llamados rururbanos (rubain) mencionados por Gerard Bauer y Jean Michel Roux (1976), son cambiantes y mutan según la sociedad que los habita; en tal sentido, diferentes autores plantean concebir la idea de espacios periurbanos sostenibles, reconocibles y aceptados por la misma sociedad que hasta hoy los margina y rechaza (Bailly, 2009).

Para poder estudiar la periferia debemos tener en cuenta los tres enfoques más destacados acerca de este tema, el primero basado en la morfología y funcionalidad estudiando las características y cambios en la estructura física de la periferia. El segundo en un enfoque social desarrollado por Ray Palh (1965) que busca el nacimiento de nuevas modalidades residenciales urbano-rurales. Finalmente, el enfoque cuyo objetivo es explicar los espacios periféricos, en la dinámica de las interacciones funcionales urbano-rurales es en donde se aprecian de mejor manera los conflictos y vínculos sociales (Douglass, 1998).

Metodología

En la presente investigación se optó por un diseño no experimental por la envergadura de la investigación y el acceso a la población de estudio. El estudio es de corte transaccional debido a la forma de toma de datos, es decir, que se obtuvo la información en un solo momento, a través de un equipo de encuestadores que recorrieron la periferia de la ciudad para la aplicación de los instrumentos.

Debido a que la problemática cambia con el paso del tiempo, en nuestra investigación planteamos que tanto el relevamiento de la información como la evaluación de los resultados solo pueden aplicarse al año 2017 para evitar interpretaciones extemporáneas. Es decir que el nivel investigativo que rige para nuestro estudio será el descriptivo observacional entendiendo a este, como el reconocimiento y materialización de la problemática.

La población de estudio está constituida por los propietarios de viviendas, ubicadas en la periferia de la ciudad de Cusco y que además hayan edificado sus viviendas mediante el sistema de autoconstrucción, es decir, sin la asistencia técnica de un profesional de la construcción. Debido a que no se cuenta con una base de datos preestablecida de quiénes son y dónde se ubican, por la ilegalidad de su ocupación o su construcción, es que el muestreo del estudio es no probabilístico accidental de manera estratigráfica, dependiendo del distrito donde se encuentren las viviendas. Esta muestra estuvo conformada por 1.300 propietarios encuestados.

La aplicación de los instrumentos, contó con el consentimiento y aprobación de dichos propietarios a quienes se explicó el objetivo académico del estudio y la modalidad, garantizando su anonimato hecho que permitió libertad de respuestas.

Resultados

Para el estudio se tomaron dos técnicas de medición; la primera fue la encuesta y como instrumento el cuestionario mixto; esto permitió levantar información cuantitativa de la problemática y la segunda fue la entrevista semi estructurada, siendo sus instrumentos la guía de entrevista con las que se capacitó a los colaboradores para el levantamiento de la información.

Para determinar la validez, los instrumentos se sometieron a juicio de dos expertos quienes, luego de levantar observaciones, aprobaron la aplicación de los mismos. Por otro lado, para garantizar la confiabilidad del instrumento, se realizó la prueba del alfa de Cronbach, dando resultado p=0.95 con lo que se interpreta como un instrumento altamente confiable y válido.

Resultados Generales

Para entender la realidad problemática debemos determinar los datos generales de los entrevistados para poder observar una línea de corte.

Del Gráfico 3 se desprende que más del 40% de los pobladores son originarios del Cusco y no proceden de la migración del campo a la ciudad; la otra mitad está conformada por pobladores de provincias cercanas a la capital de la región. De las entrevistas realizadas a los habitantes, se evidencia que escogen la ubicación del predio, principalmente por la cercanía al centro urbano de Cusco, no importando si tienen acceso al alumbrado público, si tienen servicio de agua o desagüe o vías de acceso. No es importante caminar por senderos de tierra y barro, si es que la ubicación les permite menos tiempo de traslado. Tienen la seguridad de que, en algún momento, la municipalidad o entidades estatales, les dotaran de los servicios básicos requeridos, por lo cual la elección de sus juntas directivas responde a estos intereses. Por otro lado, son conscientes de que la posesión física del espacio les da la condición de titularidad del predio y no la legalidad de su adquisición; es por ello que las transacciones de compra-venta no se realizan de manera formal, por el contrario con entrega de depósitos bancarios o contratos legalizados por notarios, mucho menos inscritas en registros públicos, sino por el contrario entregas de dinero físico, intercambio de otros bienes, propiedades o vehículos cuyas tarjetas de propiedad, aun rezan el nombre del dueño original o primigenio.

La idea de perpetuidad del predio los obliga a otorgar en herencias no formales la división de lotes en partes y formas peculiares, donde los hijos generalmente no se encuentran de acuerdo y acuden a la vía judicial durante muchos años, sin tener resultados positivos o negativos debido a la falta de legalidad del predio. De igual forma las ventas de terrenos a más de un propietario constituyen anécdotas que los dirigentes relatan en gran parte de las entrevistas, manifestando casos en los que en un mismo lote habitan hasta tres familias diferentes y que todas proclaman ser propietarias del bien.

También hay ejemplos de lotes o predios que cuentan con título de propiedad pero que, sin embargo, en la oficina de registros públicos, se registran dos propietarios diferentes del mismo bien, es decir que se procedió a vender el lote a dos personas diferentes y que dichas ventas fueron inscritas y poseen partida registral.

El sector laboral en el que se distribuye esta población, se encuentra dentro de las labores de la construcción propiamente dichas, es decir son maestros de obra o albañiles y en segundo término son comerciantes, claro está en el sector informal del comercio, ya que sus fuentes e ingresos no son declaradas ante las instituciones de gobierno respectivas como la Super Intendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (SUNAT).

La dimensión sociocultural nos arroja datos interesantes, apreciando que la migración de los pobladores es reciente, y que, en mayor porcentaje, son residentes de segunda generación, una de las pocas costumbres constructivas que prevalecen es el pago a la Tierra, ritual ancestral como petición a la Pachamama o madre Tierra, para que en el proceso constructivo, no suceda ningún accidente y que, en el futuro, la casa brinde seguridad a sus habitantes (Gustavo Yamada citado en Mendoza, 2010). Un dato peculiar refiere a que más de la mitad de los propietarios adquirió sus predios con tan solo un proyecto de habilitación urbana y que cerca del 90% de ellos no cuenta con resolución de aprobación por parte de la municipalidad correspondiente.

Sin embargo, la migración del campo a la ciudad de la primera generación no contribuye a reforzar la identidad cultural originaria, sino por el contrario, crea en las demás generaciones, hijos de dichos migrantes, una actitud de negación sobre la posición social que implica provenir del campo, por lo cual la vivienda se convierte en el instrumento de posicionamiento entre los miembros del área urbana donde reside y el deseo de integración con las manifestaciones urbanas de la ciudad. Es así que no solo olvidan, sino que, con mayor fuerza, niegan y no admiten sistemas constructivos y materiales tradicionales.

Pese a la procedencia de los propietarios y a sus costumbres socioculturales, es evidente que la legalidad de los predios no prima al momento de tomar decisiones e iniciar el proceso de la edificación.

Los entrevistados refieren que, dentro del proceso de adquisición de sus predios, aceptan la documentación legal incompleta debido a que no sienten la necesidad de contar con ellos, teniendo en cuenta que sus actividades económicas se encuentran dentro del sector informal, es decir no necesitan créditos hipotecarios ni necesitan heredar los predios por lo complejo de la conformación familiar.

Respecto al tipo de construcción, los resultados evidencian que más del 50% de las edificaciones se encuentran por encima del promedio de costo por metro cuadrado de construcción refiriéndonos a los valores unitarios oficiales de edificación publicado por el Ministerio de Vivienda y Construcción (ver Gráfico 6). Esto quiere decir que el nivel adquisitivo de estos propietarios es el mismo o en otras ocasiones es superior a los habitantes de la urbe en la ciudad de Cusco.

Estas cifras evidencian que en el tipo de edificación predominante, el sistema aporticado de concreto armado es el más empleado. Al revisar los costos unitarios tanto de materiales como mano de obra, termina siendo el sistema más caro de la zona, con lo cual la hipótesis de que la baja condición económica los obliga a la autoconstrucción termina siendo debatida por nuestros resultados.

Para los pobladores de la periferia, los materiales con los que se construyen sus viviendas determinan un estatus o posición social frente a sus vecinos o familiares; además, en sus declaraciones, refieren el significado de construir con material noble como los habitantes de la urbe organizada.

Por otro lado, los encuestados manifiestan de manera clara y enfática no necesitar de los servicios de un arquitecto para el diseño y construcción de sus viviendas (ver Gráfico 7) y, con el mismo énfasis, manifiestan alto grado de satisfacción con los espacios, distribución, función y la seguridad de sus viviendas.

Esta dimensión arrojó información muy interesante ya que los entrevistados refieren el desconocimiento real de las capacidades y funciones que cumplen los arquitectos e ingenieros, con lo cual no sienten la necesidad de contratar a estos profesionales ya que el maestro de obra suple las funciones de aquellos.

Mano de obra

De las entrevistas a los miembros de las juntas directivas de las asociaciones pro vivienda, asentamientos humanos y sectores periurbanos no consolidados (quienes son elegidos tradicionalmente por la antigüedad que llevan en dichos espacios, ya que la confianza que se deposita para estas funciones radica en el respeto que poseen dentro de sus espacios urbanos no consolidados) se desprende que la contratación de maestros de obra y obreros, responde al grado de relación familiar existente entre contratante y contratado, ya que hay una mayor fuerza y grado de confianza con estos debido a considerarlos como iguales socialmente y cohabitantes de la periferia. Esta parece ser la dimensión más clara y dramática, ya que si los propietarios confían ciegamente en el tipo de relación que tienen con los constructores de sus viviendas y, pese a errores y problemas durante la ejecución constructiva, los ponen por delante del profesional de la arquitectura o ingeniería civil. 

Conclusiones

Generales

La causa de la problemática de la autoconstrucción en las periferias de las capitales de regiones peruanas es atribuida por las instituciones estatales al proceso migratorio del campo a la ciudad y a la capacidad económica para construir sus viviendas; sin embargo, en la periferia de la ciudad de Cusco, los habitantes pertenecen en un alto porcentaje a personas nacidas en el mismo sector, es decir no provienen de fenómenos migratorios inmediatos aunque sí son hijos o nietos de migrantes. Por otro lado, el factor económico no es relevante al momento de edificar sus viviendas ya que, en la valorización realizada a sus predios, encontramos que el 80% presentan costos unitarios iguales e incluso mayores a las de la ciudad, con tres o cuatro pisos construidos en material noble. Es cierto que pertenecen al sector económico informal, donde sus ingresos y egresos no pueden ser cuantificados de manera fehaciente, pero que a la luz de los materiales empleados en sus viviendas, concluimos que esta calidad contradice las posturas referidas a que la autoconstrucción es un fenómeno de la pobreza.

Encontramos que, la aplicación del enfoque mixto para la obtención y análisis de los datos, nos ayuda a identificar de mejor manera problemáticas como las que suceden en las periferias de nuestra ciudades, donde análisis solo cuantitativos no permiten explorar en su real dimensión a sus agentes y situaciones. Este enfoque potencia la investigación para entender la motivación de las decisiones de los propietarios para optar por la autoconstrucción como vía de satisfacción a su necesidad de vivienda.

Específicas

a) La vivienda no solo se manifiesta como una necesidad básica, sino
que representa el logro de objetivos y metas como familia o grupo social, más
allá de la plena satisfacción y la mejora de la calidad de vida de sus
habitantes.

b) Al no reconocer a las autoridades e instituciones elegidas por el sistema democrático, tampoco aceptan las normas y reglamentos que estas imponen al sector vivienda, por lo que el proceso de la autoconstrucción, resulta para ellos legítimo y necesario.

c) Los habitantes de la periferia encuentran en el sistema constructivo del concreto armado, una revalorización social, estatus económico y jerarquía dentro de su grupo vecinal.

d) Los propietarios no sienten la utilidad de la participación de los arquitectos en el diseño y proceso constructivo de sus viviendas ya que sus necesidades físicas y sociales son comprendidas de mejor manera por los maestros de obra o albañiles que comparten dichas características.

e) Para el poblador de la periferia, las relaciones de confianza son indisolubles, por ende la relación de amistad y cercanía con los encargados del proceso constructivo es vital. El arquitecto resulta un ente extraño en su círculo y espacio habitado ■


REFERENCIAS

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